miércoles, 20 de abril de 2011

Niños de la India, a favor de la educación superior

Por M. del Mar Gargallo...



Niños de la India es una ONG de reciente creación, fundada por Pedro Almeida y otros tres jóvenes, todos entre 25 y 28 años, que tiene como principal objetivo la financiación de las carreras universitarias para jóvenes indios que no pueden permitirse el coste de la formación superior, pero que han demostrado su buen rendimiento durante el bachillerato. De momento, los colaboradores de Niños de la India ya han conseguido financiar 31carreras en menos de un año. Si los buenos resultados siguen, el año que viene la ONG podrá empezar a dar apoyo económico a otro proyecto de escolarización y nutrición de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, en Bombay. A continuación, la entrevista que Pedro Almeida nos ha concedido para explicarnos su experiencia hasta este momento.





Niños de la India surge de la inquietud de cuatro jóvenes - un portugués, un aragonés, una andaluza y un valenciano - de contribuir a un mundo mejor. La organización se inicia cuando uno de los fundadores (Pedro Almeida, 26 años) después de varios viajes a la India decide cambiar de trabajo y seguir su vocación; empieza un posgrado en Cooperación Internacional y funda junto a Alejandro López (25 años) la ONG Niños de la India con sede en Barcelona. Los dos viajan a la India en un primer momento para establecer los proyectos y mientras tanto empiezan a buscar a otros jóvenes que compartan las mismas ganas de involucrarse en un proyecto solidario relacionado con ayudar a solucionar el grave problema de pobreza que actualmente existe en la India. Conocen a María José (28 años) y Pablo (26 años) por internet y juntos ponen en marcha los pro­yectos de la organización. Actualmente los cuatro se dedican a Niños de la India de forma voluntaria - lo que les permite destinar la totalidad de los fondos recaudados a los proyectos - conciliando sus trabajos diarios con la labor en la ONG. Actualmente Niños de la India está formada por 7 jóvenes voluntarios.



¿Cuáles son los principales objetivos que os marcáis para conseguir que los chicos y chicas indios puedan acceder a los estudios universitarios o de formación superior?



Los requisitos para que los jóvenes en la India puedan recibir nuestras becas son, por un lado que provengan de familias con pocos recursos económicos (que sus padres tengan un sueldo de menos de 300 euros al año – la mayoría de los estudiantes a los que damos apoyo viven en casas sin luz ni agua) y que hayan obtenido una buena nota al terminar el bachillerato (mínimo 75% en una escala de 1 a 100%).



En menos de un año habéis ya conseguido financiar 31 carreras universitarias, ¿cómo lo valoráis?



Lo valoramos muy positivamente especialmente si tenemos en cuenta que entre socios y padrinos somos sólo 28 personas las que contribuimos cada mes para este proyecto. Creemos que esto refleja perfectamente el hecho de que con poco dinero y un poco de esfuerzo se puede conseguir mucho en un país como la India. Nuestros socios tienen una cuota de sólo 10 euros al mes y los padrinos 20 euros. Como todos los que tra­bajamos en Niños de la India lo hacemos de forma voluntaria, conciliando nuestro trabajo diario con la labor en la organización, podemos destinar la totalidad del dinero que recaudamos a los beneficiarios en la India. También es importante mencionar que las carreras universitarias en el estado de Karnataka (nuestro ámbito de actuación para este proyecto) son bastante menores que en España… por ejemplo, una diplomatura de 3 años en Bellas Artes sólo cuesta 150 euros.



¿Creéis que alguna vez se podrá conseguir que todos los niños ‘dalits’ puedan disfrutar de la educación pri­maria y secundaria que les es gratuita en lugar de quedarse en sus casas trabajando?



India está haciendo grandes avances en el ámbito de la educación. El día 1 de Abril de 2010 entró en vigor la ley de enseñanza básica obligatoria. Actualmente todos los niños y niñas entre 6 y 14 años tienen acceso gratuito a la educación. Se calcula que un 89% de los niños y niñas entre 6 y 14 años están registrados en alguna escuela, aunque muchos no asistan de forma periódica, ya que sus familias no son conscientes de lo importante que es la educación en sus vidas. Nosotros creemos que los problemas de educación en la India pueden solucionarse y nos gusta pensar que nuestro trabajo es una parte de ese proceso.



¿Cómo se consigue que las familias indias cambien el chip con respecto a la mujer y la dejen ir a la escuela para que después se pueda ganar la vida profesionalmente y, en definitiva, tener un futuro mejor?



Desde nuestro punto de vista el problema en la India no es tanto la educación primaria y secundaria, sino la educación superior. Ac­tualmente sólo el 13% de los jóvenes indios consigue acceder a estudios universitarios debido a la falta de recursos económicos. La gran parte de las familias son muy conscientes del poder transformador que tiene la educación universitaria en sus vidas. De hecho está muy bien visto por la sociedad que un joven o una joven vayan a la universidad. Es un valor asociado al bienestar y a tener dinero. La mayor parte de las familias aceptaría que sus hijos o hijas estudiasen en la universidad porque saben que después podrían acceder a puestos de trabajo cualificados que les permitiesen ganar al mes lo mismo que ganan sus padres en un solo año. Es un proceso transformador. También tengo que admitir que actualmente las ONG españolas hacen una propaganda un poco alarmista y exagerada de la realidad en la India para conseguir más socios y recursos económicos. Seleccio­nan a casos excepcionales y los generalizan. Dale la oportunidad de estudiar a una mujer en la India y ella y su familia lo aceptarán sin pensárselo dos veces. De hecho, muchos de las familias a la hora de elegir a una esposa para su hijo tienen en cuenta si ésta tiene o no educación.



Actualmente, el trabajo de las ONG es bastante importante. ¿Se nota alguna mejora en cuanto a la escola­rización de los niños y niñas? ¿Qué más propondríais hacer?



El apoyo de las ONGs al sistema educativo indio es sin duda alguna importante, aunque es el gobierno indio quien debe hacer los cambios y las mejoras necesarias para garantizar que la ley de la educación se cumple y se amplía para abarcar a niños y niñas menores de 6 años y a jóvenes mayores de 14 años. En la última década se han hecho avances muy positivos en el ámbito de la educación.



Hemos visto que dais la oportunidad de participar de voluntario. ¿En qué consisten las actividades?



El voluntariado que ofrecemos es aquí en España, ya que el trabajo en la India lo desarrollamos en colabo­ración con ONGs locales. Creemos que es muy importante que la ayuda externa que llega al país la gestione un equipo local, especialmente para que las organizaciones indias vayan siendo autosuficientes. Colaborar con una contraparte local no sólo amplía el impacto de la ayuda sino también permite beneficiar a más personas. El hecho de contar con una contraparte aporta un conocimiento mayor de la población bene­ficiaria porque los miembros de esa entidad conocen a los ciudadanos y saben cuáles son sus necesidades. Además hablan el idioma y conocen muy bien las costumbres de la población a las que damos apoyo. Aunque la ONG española aporte el capital para implantar un programa, el conocimiento del socio local tiene un valor incalculable. Todos los que formamos parte de Niños de la India somos voluntarios y nuestras puertas están siempre abiertas a cualquier persona que quiera sumarse a nuestra causa. Actualmente cada uno de noso­tros se dedica a un área diferente dentro de la organización: proyectos, contabilidad, captación de fondos, diseño gráfico, prensa y comunicación, etc.




Niños de la India, a favor de la educación superior

Por M. del Mar Gargallo...

Niños de la India es una ONG de reciente creación, fundada por Pedro Almeida y otros tres jóvenes, todos entre 25 y 28 años, que tiene como principal objetivo la financiación de las carreras universitarias para jóvenes indios que no pueden permitirse el coste de la formación superior, pero que han demostrado su buen rendimiento durante el bachillerato. De momento, los colaboradores de Niños de la India ya han conseguido financiar 31carreras en menos de un año. Si los buenos resultados siguen, el año que viene la ONG podrá empezar a dar apoyo económico a otro proyecto de escolarización y nutrición de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, en Bombay. A continuación, la entrevista que Pedro Almeida nos ha concedido para explicarnos su experiencia hasta este momento.


Niños de la India surge de la inquietud de cuatro jóvenes - un portugués, un aragonés, una andaluza y un valenciano - de contribuir a un mundo mejor. La organización se inicia cuando uno de los fundadores (Pedro Almeida, 26 años) después de varios viajes a la India decide cambiar de trabajo y seguir su vocación; empieza un posgrado en Cooperación Internacional y funda junto a Alejandro López (25 años) la ONG Niños de la India con sede en Barcelona. Los dos viajan a la India en un primer momento para establecer los proyectos y mientras tanto empiezan a buscar a otros jóvenes que compartan las mismas ganas de involucrarse en un proyecto solidario relacionado con ayudar a solucionar el grave problema de pobreza que actualmente existe en la India. Conocen a María José (28 años) y Pablo (26 años) por internet y juntos ponen en marcha los pro­yectos de la organización. Actualmente los cuatro se dedican a Niños de la India de forma voluntaria - lo que les permite destinar la totalidad de los fondos recaudados a los proyectos - conciliando sus trabajos diarios con la labor en la ONG. Actualmente Niños de la India está formada por 7 jóvenes voluntarios.

¿Cuáles son los principales objetivos que os marcáis para conseguir que los chicos y chicas indios puedan acceder a los estudios universitarios o de formación superior?

Los requisitos para que los jóvenes en la India puedan recibir nuestras becas son, por un lado que provengan de familias con pocos recursos económicos (que sus padres tengan un sueldo de menos de 300 euros al año – la mayoría de los estudiantes a los que damos apoyo viven en casas sin luz ni agua) y que hayan obtenido una buena nota al terminar el bachillerato (mínimo 75% en una escala de 1 a 100%).

En menos de un año habéis ya conseguido financiar 31 carreras universitarias, ¿cómo lo valoráis?

Lo valoramos muy positivamente especialmente si tenemos en cuenta que entre socios y padrinos somos sólo 28 personas las que contribuimos cada mes para este proyecto. Creemos que esto refleja perfectamente el hecho de que con poco dinero y un poco de esfuerzo se puede conseguir mucho en un país como la India. Nuestros socios tienen una cuota de sólo 10 euros al mes y los padrinos 20 euros. Como todos los que tra­bajamos en Niños de la India lo hacemos de forma voluntaria, conciliando nuestro trabajo diario con la labor en la organización, podemos destinar la totalidad del dinero que recaudamos a los beneficiarios en la India. También es importante mencionar que las carreras universitarias en el estado de Karnataka (nuestro ámbito de actuación para este proyecto) son bastante menores que en España… por ejemplo, una diplomatura de 3 años en Bellas Artes sólo cuesta 150 euros.

¿Creéis que alguna vez se podrá conseguir que todos los niños ‘dalits’ puedan disfrutar de la educación pri­maria y secundaria que les es gratuita en lugar de quedarse en sus casas trabajando?

India está haciendo grandes avances en el ámbito de la educación. El día 1 de Abril de 2010 entró en vigor la ley de enseñanza básica obligatoria. Actualmente todos los niños y niñas entre 6 y 14 años tienen acceso gratuito a la educación. Se calcula que un 89% de los niños y niñas entre 6 y 14 años están registrados en alguna escuela, aunque muchos no asistan de forma periódica, ya que sus familias no son conscientes de lo importante que es la educación en sus vidas. Nosotros creemos que los problemas de educación en la India pueden solucionarse y nos gusta pensar que nuestro trabajo es una parte de ese proceso.

¿Cómo se consigue que las familias indias cambien el chip con respecto a la mujer y la dejen ir a la escuela para que después se pueda ganar la vida profesionalmente y, en definitiva, tener un futuro mejor?

Desde nuestro punto de vista el problema en la India no es tanto la educación primaria y secundaria, sino la educación superior. Ac­tualmente sólo el 13% de los jóvenes indios consigue acceder a estudios universitarios debido a la falta de recursos económicos. La gran parte de las familias son muy conscientes del poder transformador que tiene la educación universitaria en sus vidas. De hecho está muy bien visto por la sociedad que un joven o una joven vayan a la universidad. Es un valor asociado al bienestar y a tener dinero. La mayor parte de las familias aceptaría que sus hijos o hijas estudiasen en la universidad porque saben que después podrían acceder a puestos de trabajo cualificados que les permitiesen ganar al mes lo mismo que ganan sus padres en un solo año. Es un proceso transformador. También tengo que admitir que actualmente las ONG españolas hacen una propaganda un poco alarmista y exagerada de la realidad en la India para conseguir más socios y recursos económicos. Seleccio­nan a casos excepcionales y los generalizan. Dale la oportunidad de estudiar a una mujer en la India y ella y su familia lo aceptarán sin pensárselo dos veces. De hecho, muchos de las familias a la hora de elegir a una esposa para su hijo tienen en cuenta si ésta tiene o no educación.

Actualmente, el trabajo de las ONG es bastante importante. ¿Se nota alguna mejora en cuanto a la escola­rización de los niños y niñas? ¿Qué más propondríais hacer?

El apoyo de las ONGs al sistema educativo indio es sin duda alguna importante, aunque es el gobierno indio quien debe hacer los cambios y las mejoras necesarias para garantizar que la ley de la educación se cumple y se amplía para abarcar a niños y niñas menores de 6 años y a jóvenes mayores de 14 años. En la última década se han hecho avances muy positivos en el ámbito de la educación.

Hemos visto que dais la oportunidad de participar de voluntario. ¿En qué consisten las actividades?

El voluntariado que ofrecemos es aquí en España, ya que el trabajo en la India lo desarrollamos en colabo­ración con ONGs locales. Creemos que es muy importante que la ayuda externa que llega al país la gestione un equipo local, especialmente para que las organizaciones indias vayan siendo autosuficientes. Colaborar con una contraparte local no sólo amplía el impacto de la ayuda sino también permite beneficiar a más personas. El hecho de contar con una contraparte aporta un conocimiento mayor de la población bene­ficiaria porque los miembros de esa entidad conocen a los ciudadanos y saben cuáles son sus necesidades. Además hablan el idioma y conocen muy bien las costumbres de la población a las que damos apoyo. Aunque la ONG española aporte el capital para implantar un programa, el conocimiento del socio local tiene un valor incalculable. Todos los que formamos parte de Niños de la India somos voluntarios y nuestras puertas están siempre abiertas a cualquier persona que quiera sumarse a nuestra causa. Actualmente cada uno de noso­tros se dedica a un área diferente dentro de la organización: proyectos, contabilidad, captación de fondos, diseño gráfico, prensa y comunicación, etc.

lunes, 18 de abril de 2011

Artículo: Educació a L'India (por M. del Mar Gargallo)

Una gota marca la diferència
El treball de ONGs i voluntaris ha fet molt per l’educació a l’Índia


L’educació pot ser la diferència entre una família pobre i una família de classe mitja. És el pilar fonamental de tota societat; sense ella, la societat no avança, el món no millora. Per això ONGs i voluntaris arreu del món lluiten diàriament perquè els nens i nenes dels països amb menys recursos com ara l’Índia, puguin rebre una formació digna que els permeti, en un futur, portar el seu país cap a una situació millor.

La població de l’Índia arriba, actualment, quasi als 1.200 milions de persones. D’aquests, més del 80% ha de subsistir amb menys de dos dòlars al dia. Malauradament, aquest percentatge és la principal causa d’altres dades igualment descoratjadores. Una d’elles és que tan sols el 47,8% de les dones està alfabetitzada, una xifra bastant lluny del 73,4% dels homes que, tot i així, continua sent un percen­tatge força reduït. Hem de pensar que a l’Índia encara hi ha una forta i marcada estructura de classes, on les famílies més pobres, els anomenats intocables o dalits, necessiten totes les mans possibles per poder alimentar tota la família, entre elles les dels nens, i sobretot les nenes, molts dels quals es queden a casa treballant i no van a l’escola.

Aquesta situació, però, pot anar canviant, sobretot si tenim en compte la nova llei d’ensenyança bàsica obli­gatòria que va entrar en vigor l’abril del 2010 i que se suma a tot el treball i esforços d’un nombre important de ONGs i associacions, que porten anys fent tot el possible perquè els fills de les famílies que estan a la base de la piràmide social deixin de treballar i puguin accedir a una formació primària i secundària. Un dels prin­cipals instigadors d’aquestes iniciatives va ser Vicenç Ferrer amb la seva Fundació, creada el 1978, una de les ONGs més importants operant avui dia al país, especialment a la regió de l’Anantapur, una de les zones més pobres de l’Índia. Però no n’és l’única, ni molt menys.

La Fundació Vicenç Ferrer té diversos projectes educatius, entre ells el crear escoles pont i complemen­tàries per tal d’alfabetitzar aquells nois i noies que es van perdre en el seu moment l’escola primària. Ara bé, també s’ha de destacar la feina de moltes altres organitzacions que realitzen tasques significatives, com ara Oxfam i Unicef, i d’altres no tan conegudes i centrades exclusivament en l’Índia com Akshy India, que té un programa destinat específicament a l’educació dels dalits; Haribala, que significa filla de Vishnu, déu de l’hinduisme, en Tegulu; i Semilla para el cambio, que centra les seves actuacions a l’àrea de Benarés, a l’estat de Uttar Pradesh.

Totes aquestes associacions i organitzacions sense ànim de lucre actuen en estreta relació amb les ONG locals, ja que els membres d’aquestes entitats coneixen millor les persones i famílies a qui ajuden, parlen el seu idio­ma i coneixen els seus costums, cosa que els beneficia a tots. A més, totes elles posen l’èmfasi

dels seus pro­jectes en una educació de qualitat, basada en l’ensenyament igualitari per a nens i nenes en matèries com les matemàtiques, la història, la llengua i la geografia. A part, moltes d’aquestes ONG també tenen com a objectiu educar els nens en certs valors i hàbits socials, així com permetre’ls desenvolupar la seva vessant més creativa amb activitats que giren entorn el món de l’art, el teatre, la dansa, la música i l’esport, entre altres. D’aquesta manera, no només s’aconsegueix l’alfabetització dels nens, sinó també la integració i cohesió entre ells.

La universitat com a procés de canvi

Niños de la India és una ONG de creació molt recent, amb seu aquí a Barcelona, fundada a finals de l’any passat i formada per set joves voluntaris entre 25 i 28 anys. L’objectiu central d’aquesta nova organització és el pagar les carreres als millors estudiants de batxillerat perquè puguin continuar amb els estudis de grau superior o universitaris, estudis que ja no són gratuïts i que, de no ser per la col•laboració de les ONG, les fa¬mílies de les castes més baixes no es podrien permetre. «El problema a l’Índia no és tant l’educació primària i secundària, sinó l’educació superior. Actualment, només el 13% dels joves indis aconsegueix accedir als estudis universitaris a causa de la falta de recursos econòmics», ens diu un dels fundadors de l’organització, Pedro Almeida. Aconseguir que els nois i noies dalits tinguin una carrera universitària és «un procés transfor¬mador», diu Almeida, ja que anar a la universitat després els obre les portes a llocs de treball qualificats que els permeten guanyar al mes el mateix que guanyen els seus pares en un any. I d’això, gran part de les famílies índies en són conscients, «està molt ben vit per la societat que un jove pugui estudiar; és un valor associat al benestar i al tenir diners».

De moment, els resultats obtinguts pel projecte de Niños de la India són molt positius, ens diuen, ja que en poc temps, han aconseguit finançar la carrera universitària de 31 nois i noies sense recursos, sobretot tenint en compte que entre socis i padrins sumen solament 28 persones que participen de forma voluntària en el projecte. «Creiem que això reflecteix el fet que amb pocs diners i una mica d’esforç, es pot aconseguir molt en un país com l’Índia».

Artículo: Educació a L'India (por M. del Mar Gargallo)

Una gota marca la diferència
El treball de ONGs i voluntaris ha fet molt per l’educació a l’Índia


L’educació pot ser la diferència entre una família pobre i una família de classe mitja. És el pilar fonamental de tota societat; sense ella, la societat no avança, el món no millora. Per això ONGs i voluntaris arreu del món lluiten diàriament perquè els nens i nenes dels països amb menys recursos com ara l’Índia, puguin rebre una formació digna que els permeti, en un futur, portar el seu país cap a una situació millor.

La població de l’Índia arriba, actualment, quasi als 1.200 milions de persones. D’aquests, més del 80% ha de subsistir amb menys de dos dòlars al dia. Malauradament, aquest percentatge és la principal causa d’altres dades igualment descoratjadores. Una d’elles és que tan sols el 47,8% de les dones està alfabetitzada, una xifra bastant lluny del 73,4% dels homes que, tot i així, continua sent un percen­tatge força reduït. Hem de pensar que a l’Índia encara hi ha una forta i marcada estructura de classes, on les famílies més pobres, els anomenats intocables o dalits, necessiten totes les mans possibles per poder alimentar tota la família, entre elles les dels nens, i sobretot les nenes, molts dels quals es queden a casa treballant i no van a l’escola.

Aquesta situació, però, pot anar canviant, sobretot si tenim en compte la nova llei d’ensenyança bàsica obli­gatòria que va entrar en vigor l’abril del 2010 i que se suma a tot el treball i esforços d’un nombre important de ONGs i associacions, que porten anys fent tot el possible perquè els fills de les famílies que estan a la base de la piràmide social deixin de treballar i puguin accedir a una formació primària i secundària. Un dels prin­cipals instigadors d’aquestes iniciatives va ser Vicenç Ferrer amb la seva Fundació, creada el 1978, una de les ONGs més importants operant avui dia al país, especialment a la regió de l’Anantapur, una de les zones més pobres de l’Índia. Però no n’és l’única, ni molt menys.

La Fundació Vicenç Ferrer té diversos projectes educatius, entre ells el crear escoles pont i complemen­tàries per tal d’alfabetitzar aquells nois i noies que es van perdre en el seu moment l’escola primària. Ara bé, també s’ha de destacar la feina de moltes altres organitzacions que realitzen tasques significatives, com ara Oxfam i Unicef, i d’altres no tan conegudes i centrades exclusivament en l’Índia com Akshy India, que té un programa destinat específicament a l’educació dels dalits; Haribala, que significa filla de Vishnu, déu de l’hinduisme, en Tegulu; i Semilla para el cambio, que centra les seves actuacions a l’àrea de Benarés, a l’estat de Uttar Pradesh.

Totes aquestes associacions i organitzacions sense ànim de lucre actuen en estreta relació amb les ONG locals, ja que els membres d’aquestes entitats coneixen millor les persones i famílies a qui ajuden, parlen el seu idio­ma i coneixen els seus costums, cosa que els beneficia a tots. A més, totes elles posen l’èmfasi

dels seus pro­jectes en una educació de qualitat, basada en l’ensenyament igualitari per a nens i nenes en matèries com les matemàtiques, la història, la llengua i la geografia. A part, moltes d’aquestes ONG també tenen com a objectiu educar els nens en certs valors i hàbits socials, així com permetre’ls desenvolupar la seva vessant més creativa amb activitats que giren entorn el món de l’art, el teatre, la dansa, la música i l’esport, entre altres. D’aquesta manera, no només s’aconsegueix l’alfabetització dels nens, sinó també la integració i cohesió entre ells.

La universitat com a procés de canvi

Niños de la India és una ONG de creació molt recent, amb seu aquí a Barcelona, fundada a finals de l’any passat i formada per set joves voluntaris entre 25 i 28 anys. L’objectiu central d’aquesta nova organització és el pagar les carreres als millors estudiants de batxillerat perquè puguin continuar amb els estudis de grau superior o universitaris, estudis que ja no són gratuïts i que, de no ser per la col•laboració de les ONG, les fa¬mílies de les castes més baixes no es podrien permetre. «El problema a l’Índia no és tant l’educació primària i secundària, sinó l’educació superior. Actualment, només el 13% dels joves indis aconsegueix accedir als estudis universitaris a causa de la falta de recursos econòmics», ens diu un dels fundadors de l’organització, Pedro Almeida. Aconseguir que els nois i noies dalits tinguin una carrera universitària és «un procés transfor¬mador», diu Almeida, ja que anar a la universitat després els obre les portes a llocs de treball qualificats que els permeten guanyar al mes el mateix que guanyen els seus pares en un any. I d’això, gran part de les famílies índies en són conscients, «està molt ben vit per la societat que un jove pugui estudiar; és un valor associat al benestar i al tenir diners».

De moment, els resultats obtinguts pel projecte de Niños de la India són molt positius, ens diuen, ja que en poc temps, han aconseguit finançar la carrera universitària de 31 nois i noies sense recursos, sobretot tenint en compte que entre socis i padrins sumen solament 28 persones que participen de forma voluntària en el projecte. «Creiem que això reflecteix el fet que amb pocs diners i una mica d’esforç, es pot aconseguir molt en un país com l’Índia».

miércoles, 13 de abril de 2011

Niños de la India en El Periódico

Artículo sobre Niños de la India en El Periódico de Catalunya:


Miércoles, 13 de abril del 2011
HELENA LÓPEZ
BARCELONA

Pedro Almeida, Pablo Biosca, Alejandro López y María José Ruiz tienen, a bote pronto, dos cosas en común: viven en Barcelona pese a no ser barceloneses de nacimiento y tienen menos de 30 años. Y, una tercera, que es la que les hace particulares: han creado, pese a su corta edad (y todavía más escasos recursos), la oenegé Niños de la India, entidad que, en solo un año, ha conseguido financiar los estudios universitarios completos a 31 jóvenes del estado de Karnataka, al sur de la India. «Trabajé dos años en dos productoras de publicidad, pero, tras viajar a la India, me di cuenta de que lo mío no era aquello y decidí crear la asociación. Pensaba que, solo con lograr pagar los estudios a un solo chico, ya me daba por satisfecho, y ya hemos financiado 31 carreras», apunta Pedro, el ideólogo de la pionera iniciativa.

Pablo, otro de los más activos miembros de la entidad, conoció el proyecto gracias el anuncio que colgó Pedro en Hacesfalta.org. «Había estado un año viviendo en la India con una beca y no quería perder el contacto. Vi el anuncio de Pedro y me pareció muy interesante. Sobre todo la idea de un funcionamiento tan transparente», explica Pablo. Y que, por su naturaleza, la oenegé invierte cero euros en infraestructura. «Los gestores somos voluntarios y el 100% del dinero que recaudamos de los socios y padrinos, actualmente 29, se envía a la India», subraya.

«Al contrario de lo que pasa aquí, en la India tener estudios universitarios te cambia la vida. Nosotros trabajamos en una zona rural en la que una persona que trabaja en el campo puede ingresar 300 euros anuales. Estudiando Comercio, por ejemplo, un joven puede trabajar en un banco e ingresar esa misma cantidad de dinero cada mes», revela Pablo. Pedro apunta que la idea de crear aquí una oenegé dedicada a financiar estudios a jóvenes sin recursos de allí surgió al constatar esa realidad. Por un lado vio «el gran poder transformador de la educación en un país como la India», y, por otro, que las carreras allí tienen un coste mucho menor que en España, lo que le hizo pensar que era posible «con muy poco, hacer mucho».

Y, de momento, así se está demostrando. En el año que llevan funcionando y con solo 20 socios y nueve padrinos -personas que pagan la carrera completa de un joven indio, lo que cuesta de media unos 300 euros- han ayudado ya a 31 chicos «y chicas», precisan los jóvenes poniendo énfasis en que uno de sus objetivos es combatir la desigualdad de género. «Cada semestre mandamos a los padrinos las notas de los becados y, si lo desean, también pueden estar en contacto tanto por como por mail, con los que hablan inglés, claro», explica Pablo con energía.

Entre los objetivos de Niños de la India está, justamente, mejorar la comunicación entre padrinos y apadrinados, ahora bastante lenta, ya que depende de que la asociación con la que trabajan allí -la encargada de seleccionar a los estudiantes, todos con brillantes currículos en el bachillerato y con dificultades económicas graves- traduzca las misivas del kannada.

Niños de la India en El Periódico

Artículo sobre Niños de la India en El Periódico de Catalunya:


Miércoles, 13 de abril del 2011
HELENA LÓPEZ
BARCELONA

Pedro Almeida, Pablo Biosca, Alejandro López y María José Ruiz tienen, a bote pronto, dos cosas en común: viven en Barcelona pese a no ser barceloneses de nacimiento y tienen menos de 30 años. Y, una tercera, que es la que les hace particulares: han creado, pese a su corta edad (y todavía más escasos recursos), la oenegé Niños de la India, entidad que, en solo un año, ha conseguido financiar los estudios universitarios completos a 31 jóvenes del estado de Karnataka, al sur de la India. «Trabajé dos años en dos productoras de publicidad, pero, tras viajar a la India, me di cuenta de que lo mío no era aquello y decidí crear la asociación. Pensaba que, solo con lograr pagar los estudios a un solo chico, ya me daba por satisfecho, y ya hemos financiado 31 carreras», apunta Pedro, el ideólogo de la pionera iniciativa.

Pablo, otro de los más activos miembros de la entidad, conoció el proyecto gracias el anuncio que colgó Pedro en Hacesfalta.org. «Había estado un año viviendo en la India con una beca y no quería perder el contacto. Vi el anuncio de Pedro y me pareció muy interesante. Sobre todo la idea de un funcionamiento tan transparente», explica Pablo. Y que, por su naturaleza, la oenegé invierte cero euros en infraestructura. «Los gestores somos voluntarios y el 100% del dinero que recaudamos de los socios y padrinos, actualmente 29, se envía a la India», subraya.

«Al contrario de lo que pasa aquí, en la India tener estudios universitarios te cambia la vida. Nosotros trabajamos en una zona rural en la que una persona que trabaja en el campo puede ingresar 300 euros anuales. Estudiando Comercio, por ejemplo, un joven puede trabajar en un banco e ingresar esa misma cantidad de dinero cada mes», revela Pablo. Pedro apunta que la idea de crear aquí una oenegé dedicada a financiar estudios a jóvenes sin recursos de allí surgió al constatar esa realidad. Por un lado vio «el gran poder transformador de la educación en un país como la India», y, por otro, que las carreras allí tienen un coste mucho menor que en España, lo que le hizo pensar que era posible «con muy poco, hacer mucho».

Y, de momento, así se está demostrando. En el año que llevan funcionando y con solo 20 socios y nueve padrinos -personas que pagan la carrera completa de un joven indio, lo que cuesta de media unos 300 euros- han ayudado ya a 31 chicos «y chicas», precisan los jóvenes poniendo énfasis en que uno de sus objetivos es combatir la desigualdad de género. «Cada semestre mandamos a los padrinos las notas de los becados y, si lo desean, también pueden estar en contacto tanto por como por mail, con los que hablan inglés, claro», explica Pablo con energía.

Entre los objetivos de Niños de la India está, justamente, mejorar la comunicación entre padrinos y apadrinados, ahora bastante lenta, ya que depende de que la asociación con la que trabajan allí -la encargada de seleccionar a los estudiantes, todos con brillantes currículos en el bachillerato y con dificultades económicas graves- traduzca las misivas del kannada.

jueves, 7 de abril de 2011

¡Bienvenida Laia!

Hoy queremos dar la bienvenida a Laia que se acaba de incorporar a nuestro equipo de voluntarios en el área de Prensa y Comunicación.


Nacida en 1983 en Barcelona Laia es licenciada en Derecho y Periodismo por la Universitat Pompeu Fabra. Ha trabajado en medios como Radio Conerllá, Barcelona Televisió y El Periódico de Catalunya. Al finalizar Periodismo empezó a trabajar en la agencia de relaciones públicas y comunicación Marco de Comunicación. El año pasado vivió en Madrid donde cursó un posgrado en Información Internacional en la Universidad Complutense de Madrid. Laia colabora en el área de Prensa y Comunicación de Niños de la India.

¡Bienvenida Laia!

Hoy queremos dar la bienvenida a Laia que se acaba de incorporar a nuestro equipo de voluntarios en el área de Prensa y Comunicación.

Nacida en 1983 en Barcelona Laia es licenciada en Derecho y Periodismo por la Universitat Pompeu Fabra. Ha trabajado en medios como Radio Conerllá, Barcelona Televisió y El Periódico de Catalunya. Al finalizar Periodismo empezó a trabajar en la agencia de relaciones públicas y comunicación Marco de Comunicación. El año pasado vivió en Madrid donde cursó un posgrado en Información Internacional en la Universidad Complutense de Madrid. Laia colabora en el área de Prensa y Comunicación de Niños de la India.